¿El deseo y el poder dan la verdadera felicidad?
El Deseo humano tiene límites. No hay una apetencia desmedida en ningún ser vivo que se encuentre en «estado natural», esto es, sin domesticar, sin haber sido «neurotizado» o «pervertido» por el hombre y la cultura.
Esto ocurre también en los animales y plantas, quese saturan cuandorecibenen exceso.
El planeta entero es fuente de recursos finitos, tanto como la vida de las especies.
Sin embargo, parece que los hombres luchan todo el tiempo para sentirse Todopoderosos, como si fueran dioses inmortales y con capacidades extraordinarias.
Bajo esta lógica se mueve la sociedad en general. Por esto el ansia desmedida de la modernidad que se presenta con respecto al poder y al dinero, formas de CODICIA exacerbada por la producción y la tecnología.
Hay demanda y oferta sin medida, insatisfaccion eternizada por la publicidad y el mercado.
Así, EL APETITO ANSIOSO (CODICIA) ES LA CAUSA DE LA INFELICIDAD, EL SUFRIMIENTO, LA VIOLENCIA Y LOS CRECIENTES PROBLEMAS EN LA SALUD MENTAL, ESPIRITUAL, EMOCIONAL Y FÍSICA.
La ambición, usura, avaricia, dan lugar a la maldad y crueldad. Acumular aporta una idea errónea de vida eterna, como si cada persona fuera en sí misma la Cosa que guarda y aglomera, esos objetos que considera preciosos y que al final no son más que su propia ruina…
Además, suele considerarse que nuestra vida va a ser tan larga como para usar y consumir todo lo que se posee.
Remordimiento…¡ese puede ser el sentimiento asociado a la culpa que serviría (con el miedo, el asco y la angustia), para poner un límite a la tendencia humana de destrucción, dando una alarma útil para la vida!
Entonces, ¿Son el poder y el dinero la clave verdadera de la felicidad?
¿Existe un límite a la codicia, el deseo de «más, y más y más»?
En la actualidad, quienes no logran éxitos sucesivamente pierden su amor propio, son concebidos como perdedores y faltos de valor, siendo afectados en su salud, vitalidad y motivaciones. Los riesgos de suicidio se elevan, así como de sufrir depresión, crisis de angustia, pánico, adicciones, soledad y otras alteraciones de conducta y afectos.
También hay una grave pérdida de fe, cayendo masivamente los ideales de la cultura, incluyendo las religiones que por tradición y estructura de las sociedades la han sostenido. El dios es el dinero; el empuje contemporáneo lleva a tomar riesgos sin límites para obtener más ganancia; la riqueza a punta de violencia y avara codicia se impone…
Si estos son los «valores «… ¿Qué será de las nuevas generaciones?
¿Se puede poner fin a a la tendencia a consumir o estamos avocados a un eterno vicio por tener como si esto fuera igual al Ser?
El universo secular actual está plagado del mal, siendo la generación de riqueza lo que atribuye falsas autoridades que ocasionan burbujas en la economía. La más grave consecuencia no es la riqueza en sí misma sino el exacerbado e ilimitado apetito por tener y acumular más y más.
Es absolutamente necesario que haya metas y sueños en cada sujeto, creencias en ideales sobre figuras de autoridad sólidas: que sirvan al límite y sus barreras, a las normas que den lugar al respeto, la libertad con responsabilidad, el acatamiento de ordenes, la solidaridad. Esto dará la posibilidad de que disminuya el caos, la violencia, la crueldad y el maltrato.
Así, la esperanza seguirá existiendo y por supuesto, algo bueno estará por venir.
Para saber hacer con lo que cada sujeto ha logrado, se le ha dado y tendrá, compartiendo con otras personas, mirando hacia el futuro con fe y alegría, solicite su cita:
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- 15 enero, 2023
- publicado por: Astrid Álvarez de la Roche
- Categoría: Sin categoría
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