Para tener mayor capacidad de decisión e iniciativa es aconsejable practicar las acciones que se sugieren a continuación.

Resulta adecuado hacerlo en el orden que la persona lo considere adecuado, teniendo en cuenta la situación específica de la vida y las condiciones vitales individuales.

• Ser constante, dar un paso tras otro, vivir el día a día sin perder una noción sobre el futuro y sin soltar un ritmo.
• Estar informado:

Leer fuentes de interés asociadas con el tema, aprovechando diferentes recursos como internet, libros, revistas, periódicos, entre otros.

Hablar con la gente, bien sea con personas conocidas o a partir de encuentros casuales o planeados, es decir, vinculándose a grupos o redes (networking), clubes, comunidades.

• Saber escuchar, evitando juicios previos que cierren los oídos ante lo novedoso o sugerente.
• Tener pasatiempos o hobbies, practicar actividades paralelas al trabajo que permitan el intercambio con personas creativas y afines a sus gustos, fomentando el logro de metas que aumenten la seguridad y autorrealización.
• Descansar, comer y dormir bien, llevando costumbres sanas y de equilibrio, logrando así un nivel de bienestar personal.
• Estar relajado, es decir, mantener un nivel óptimo de actividad física y mental acorde con cada situación vital. No se trata de sostener siempre una actitud pasiva o de quietud. Tampoco de comportarse activo en todo momento. Lograr la justa medida es un arte particular.
• Considerar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas de sus decisiones.

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