Es normal que durante la vida y en las diversas ocupaciones que se tienen, las personas experimenten un tipo de tensión que causa cierta molestia o perturbación.

Sin embargo, hay ocasiones en donde factores propios de las responsabilidades y tareas ejecutadas en las jornadas laborales pueden provocar verdaderos problemas, no solo emocionales sino también físicos.

Lo anterior puede hacer que los sujetos disminuyan su capacidad de rendimiento en las tareas asignadas, lo cual se asocia a ausentismo y abandono de responsabilidades y compromisos, con las consecuentes pérdidas materiales y humanas para empresas.

Afortunadamente es posible prevenir y manejar el burnout aplicando algunos trucos:

• Lo primero es ser constante y estar motivado hacia el cambio, comenzar y sostener la actividad durante el tiempo que sea necesario para lograr el objetivo.
• Aprenda a decir “no” a pesar de su deseo por cumplir siempre, ser el mejor empleado, agradar a sus superiores, desempeñarse de la mejor manera o cubrir incluso responsabilidades de otros.
  • Evite comprometerse demasiado.
  • Priorice, decida a qué puede decirle “si” y a qué “no”. Si para ello requiere asesoría, solicítela.
• Duerma más, así logrará disfrutar del contacto interpersonal y su ambiente, desempeñándose mejor, siendo capaz de recibir y dar en mayor grado y con bienestar.
• Programe tiempo para consultar su correo electrónico y redes sociales.
  • Evite responder siempre o mantenerse conectado en todo momento.
  • Procure reservar tiempo para respirar, relajarse, interactuar con los seres queridos, divertirse, practicar sus pasatiempos, etc.
• Pida ayuda.
  • Apóyese en su pareja, familia, amigos, grupos, comunidad.
  • Solicite asesoría a personas capacitadas para orientarlo, escucharlo, acogerlo, recibiendo así apoyo para tomar las mejores decisiones, de tal manera que se aleje de toda situación de riesgo.
  • Contáctenos, solicite su cita.