Evite incurrir en las 12 cosas amenazadoras y desagradables que hacemos en las conversaciones: Parte 1
Criticar
Enjuiciar resulta en una evaluación negativa de la actitud de las personas y de lo que son en el fondo. De hecho, es necesario tener en cuenta que la mayoría de personas rechazan caracteres o situaciones personales que es necesario tener en cuenta, por lo cual se sienten molestas. Entonces criticar no hace más que reforzar esta situación. En su lugar es fundamental buscar en los demás sus virtudes de tal manera que se logre establecer una relación amable y respetuosa en la que usted apoye al otro de manera positiva y motivadora.
Insultos o etiquetas
Cuando se etiqueta al otro, lo que se hace es crear un estigma de la otra persona que lo termina definiendo en su ser. Estos términos terminan denominando al otro como si estuvieran escritos en piedra y de los cuales no podrán liberarse por la etiqueta que les hemos puesto. Se podría llamar a alguien inteligente e idiota o simplemente sagaz… ¡No importa la etiqueta que usted le da a alguien! Esto no hace más que crear un tipo (modelo) y es una actitud de irrespeto que no reconoce a la persona que tiene delante.
Es necesario entender que la vida y el ser humano son un flujo constante, un proceso de cambio.
Denominar al otro con un apelativo en particular no hace más que consolidarlo con este rótulo que denigra e injuria.
Marcar al prójimo bloquea su crecimiento psicológico mientras liberarlo de esto permite que el otro evolucione y florezca, cambie, se libere de su pasado y herencias negativas en la medida en que se reconoce su subjetividad.
Entonces, evite poner nombres a los demás porque cuando lo hace, les asigna una identidad que seguro desconoce su particularidad.
Diagnosticar
Se trata de una acción que al igual que la anterior es totalmente irrespetuosa y equivale a asignarle un valor y atributo al otro que en ningún momento se realiza en el contexto de una relación terapéutica en la que alguien acude a solicitar ayuda a un psicoanalista, psicólogo o profesional de la salud.
Hay personas que lo hacen incluso en una conversación sin darse cuenta, y algunos solo por el hecho de creer que por haber ido a la universidad ya tienen el derecho de esto.
Si bien es cierto, saber escuchar es conveniente en las relaciones interpersonales, diagnosticar y adoptar el papel de terapeuta en la vida cotidiana y fuera de una sesión es molesto y fastidioso. Además, calificar, dictaminar, enjuiciar, bloquean el flujo de la relación y dañan el vínculo, deformando a las dos partes.
Entonces, evite diagnosticar a las personas. De esta manera evitará sofocar a los demás.
Recuerde, su bienestar es lo más importante. ¡Cuídese y proteja su espacio personal!
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- 21 octubre, 2024
- publicado por: Astrid Álvarez de la Roche
- Categoría: Sin categoría