Evite incurrir en las 12 cosas amenazadoras y desagradables que hacemos en las conversaciones: Parte 2
En la publicación anterior nos dedicamos a introducir el tema de las doce cosas que hacemos mal en las relaciones interpersonales y que resultan desagradables y amenazadoras.
En esta segunda parte, presentamos cuatro cosas tóxicas adicionales que hacemos en las conversaciones sin darnos cuenta de que si continuamos haciéndolas. Es importante tenerlas en cuenta para evitar crear distanciamientos y conflictos con los demás.
Aprenda a reconocer estas situaciones, y luego de ubicar que no es adecuado criticar, etiquetar y diagnosticar, sigamos:
Elogiar evaluativamente
Lo que ocurre en estas ocasiones es que una persona le atribuye a la otra atributos positivos que se condicionan a una acción específica con el fin de manipular o sacar provecho del otro de alguna manera para su beneficio.
Un ejemplo de esto podría ser: “Ana, ya que eres una buena mujer, lo sabemos, es seguro que me ayudarás más tarde con las tareas del hogar”.
¿ Detecta usted lo sutil de esta oración en el sentido de aquello que una madre o jefe puede hacer con una hija o empleada (cuando es un empleo)? ¡Se quiere sacar un beneficio de la otra persona de esta manera, constituyéndose en una forma de abuso!
Alabar o enaltecer a alguien puede ser muy positivo cuando se hace sinceramente, de corazón y con buena intención, sin esperar nada a cambio.
Teniendo esto en cuenta es importante entender que lo adecuado es evitar evaluar al otro, enunciar juicios. Éstos son irrespetuosos , descortés y groseros.
Mire primero la paja en el ojo propio antes de observar siempre la basurita en el ojo ajeno.
Ordenar y amenazar
Hemos decidido explicar los dos anteriores elementos juntos porque su resultado es al final bastante similar.
La amenaza aparece en el momento en que le ordena a alguien que asume que no saben nada, que actúe de alguna forma específica sin mayor explicación o argumento. Lo anterior parece un capricho insolente de su parte y en ningún momento es garantía de que el otro actúe como se le dicta. Puede incluso ocasionar rebeldía y peleas.
De otro lado, amenazar implica anunciar, presagiar, o ser inminente algún mal, resaltando las consecuencias negativas que seguirán si esta persona no hace lo que se quiere, cosa que ocurre en las relaciones tóxicas. En lo anterior se promueve un estado psicológico llamado “reactivos”, entendido como el momento en que alguien intenta obligar a hacer algo sin respetar, sin considerar su autonomía.
Si al final el otro actúa de forma contraria a lo que se pretende de él es porque hay órdenes o amenazas excesivas y un aprovechamiento exagerado (atropello, despotismo).
Entonces es importante evitar forzar, además de respetar la autonomía de las personas, su capacidad para hacer uso de información disponible y para tomar sus propia decisiones aunque puedan ser influenciados por lo que sugiere pero sin forzar que, de hecho, es el número 7 de nuestro conteo.
Aleccionar, moralizar o forzar
Implica indicar lo que la persona “debe hacer”, lo que toca por obligación, una carga, una tarea por hacer forzosamente, pasando por encima de sus deseos e intenciones, dándole órdenes de manera velada o explícitas, haciendo lo que no concuerda con sus anhelos, metas y anhelos.
Es, de hecho, una situación bastante incómoda e inadecuada, abusiva.
Esto frustra la expresión del otro, la capacidad de la persona de hablar o manifestar lo que pretende realizar.
Es importante entonces respetar el destino del otro porque usted desconoce a dónde quieren dirigirse y tampoco sabe en donde terminarán y cómo en sus vidas. Por ello evite dictar lo que el otro debe hacer y mejor permita espacios para escuchar, recibir, aceptar los deseos y decisiones ajenas.
Cuestionarios excesivos/inapropiados
Se trata de la situación en la que se realizar preguntas que no vienen a lugar y que resultan fuera de contexto con respecto a la conversación que se está teniendo y que no tienen sentido y no se entienden.
Este comportamiento es asfixiante, agobia y hace que el otro se angustie y se sienta claramente incómodo y hasta extrañado, sin entender lo que ocurre en el contexto de la charla.
Es también una manera de decir que no está realmente escuchando y que no le importa o interesa lo que el otro en el momento le comenta o cuenta. Por ello es irrespetuoso y falto de cuidado con el prójimo.
En el posteo 3 terminaremos con el tema, de tal manera que usted logrará conocer las 12 cosas que no le conviene realizar en las conversaciones y relaciones interpersonales.
Recuerde, su bienestar es lo más importante. ¡Cuídese y proteja su espacio personal!
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- 21 octubre, 2024
- publicado por: Astrid Álvarez de la Roche
- Categoría: Sin categoría
