Nada es más importante en el mundo que tener a alguien que escuche sin sesgos o juicios valorativos, un oído abierto a recibir de forma activa, siendo receptivo ante las diversas variaciones y modos de contenido, tono, forma y lugar del discurso. 

Así mismo es importante saber escuchar,  recibir el decir del otro. Incluso se considera un tema de piedad y bondad, solidario. Esto  fortalece relaciones sociales y pactos en la sociedad. 

La soledad, angustia y depresión son los grandes síntomas que muestran la caída y fracaso del deseo vital y la función paterna en ordenar el mundo e intercambios intergeneracionales. 

Desde el nacimiento hasta la muerte hay experiencias que atraviesan y calan, permiten establecer grandes sentidos vitales que sirven de estructura para sobrellevar y elaborar diferentes situaciones, incluso el paso a la otra vida.

Tener cierta seguridad sobre el arsenal simbólico con el que contamos para superar diferentes coyunturas vitales incluye los lazos humanos que se tengan en cada etapa de la vida.

Ahora bien, la escucha activa y plena en una conversación no puede comenzar con una posición en la que se calle al otro para decir lo que se supone van a expresar por el puro interés de ahorrar tiempo. 

Se debe comenzar mejor por despejar la mente y abrir oídos sabiendo que el intercambio no es una transacción sino un espacio que implique tiempo para el contexto y las sugerencias siempre cuando éstas resulten pertinentes 

Para que el otro hable se debe abrir el espacio despejando de prejuicios, provocando  vacíos, con el fin de promover la expresión de sentimientos y pensamientos invitando a expresar ocurrencias y emociones de manera libre. 

Las opiniones, la formulación de preguntas y la retroalimentación son ideales para abrir líneas de comunicación y oportunidades de crecimiento en personas, grupos e instituciones. Sin embargo es la persona aquella que traza el camino de la conversación. 

Entre menos distracciones y juicios es mejor, la idea es simplemente comprender aquello que se percibe y aún conservar distancia para preservar la vida privada de intromisiones extrañas y del ruido que en ocasiones invade lo cotidiano. 

Para líderes y personas del común conviene salir de esas burbujas llenas de información que nos han mantenido aislados durante tiempo y que dan falso sentimiento de confianza con ideas obsoletas sobre liderazgo.

Escuchar es clave para evitar crisis y permitir que surjan nuevas ideas, sabiendo que éstas  surgen del lugar menos esperado 

A continuación presentamos algunos consejos prácticos que permiten tomar una posición adecuada en la escucha:

• Protéjase contra los puntos ciegos, conociendo ese lugar en el que su percepción es oscura, aceptando que no hay total control del mundo interior ni exterior.

Saber cuál es la localización de sus temores y ansiedad le permite protegerse contra estados de riesgo innecesarios aún en las conversaciones. Evite temas o interacciones que le causan malestar o inquietud centrándose en aquello que le de seguridad y bienestar.

• Reste importancia a la jerarquía conservando el respeto a organizaciones y normas. 

• Permita que noticias de diferente orden sean compartidas, experiencias positivas y negativas para fomentar la interacción y tranquilidad. Esto permite planear mejor y proyectar asertivamente.

• Reconozca el progreso con el fin de agilizar el proceso.

• Aléjese de juicios y agendas programadas para aligerar su capacidad de escucha.

• Encuentre información y promueva espacios para procurar sesiones de preguntas y respuestas con el fin de captar ideas y dudas en los demás,  ayudando a gestionar salidas. 

Es fundamental oír de manera activa y sistemática. Al ser una práctica multidimensional, requiere compromiso y atención constante, para la expresión de  contenido, significado, afectos y aspectos latentes que de otra manera no tendrían cabida. 

Prestar atención a los demás es importante en contextos organizacionales, personales, familiares,  sociales y en toda institución incluyendo por supuesto la salud.

Para muchos médicos la asistencia e intervención del cuerpo físico y los órganos es el centro. Varios no tienen tiempo para escuchar o no logran capturar el significado de lo que sus pacientes les dicen. 

Esto cobra especial importancia en individuos moribundos o en estados con altas cargas emocionales similares al trauma o duelos. Allí muchos tienen experiencias gratificantes y percepciones que aportan sentido y acogimiento, sensación de que la situación en la que se encuentran no es en soledad y que desde la lejanía existe esperanza. 

Por tanto, tener a alguien confiable con quien compartir las emociones es siempre positivo sin establecer que deba ser obligado hablar de todo con cualquier persona a nuestro lado. 

Ofrecemos espacios y tiempos adecuados para cada persona y grupo, recibiendo y escuchando con confidencialidad sus experiencias. 

De esta manera lo ayudamos a entender  aspectos que siempre invitan a ser entendidos para evitar estados crónicos afectivos y mentales.

Programe su cita. Le ofrecemos espacios tranquilos ajustados a su medida,  con honorarios accesibles de acuerdo a cada caso. 

Fuentes consultadas:

Bryant, A. and Sharer, K. (2021) Are You Really Listening?

https://hbr-org.cdn.ampproject.org/c/s/hbr.org/amp/2021/03/are-you-really-listening

Mardorossian, C. (2021) El conmovedor fenómeno que un médico descubrió en las personas moribundas a las que asiste.

https://www.bbc.com/mundo/noticias-56326857