La Conducta Suicida: Claves para prevenir y apoyar
«La vida es una obra de teatro que no permite ensayos… Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida… Antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.»
Charles Chaplin
En esta época se ha visto un número elevado de casos de suicidio en personas de diferentes edades, incluyendo niños de 10 años. Por otro lado, se presentan intentos fallidos, unos más graves que otros, en los cuales los sujetos cometen actos contra sus vidas por causas varias y que no siempre son ocasionados por episodios de depresión. Hay ocasiones en las que estas situaciones se deben a elementos de otra índole.
A continuación explicaremos algunos elementos acerca de la conducta suicida, así como claves y consejos sobre cómo prevenirlo y cómo actuar luego de que alguien cercano se ha quitado la vida.
¿Qué es la conducta suicida?
Se trata de un problema de salud pública grave que afecta a personas de todas las edades, condiciones socioeconómicas, situaciones familiares e historia personal.
Es ciertamente un tema bastante complejo y doloroso, pero hablar abiertamente al respecto es crucial para la prevención y el apoyo a quienes lo necesitan.
Ahora bien, la conducta suicida abarca una gama de pensamientos, planes y acciones que una persona lleva a cabo con la intención de acabar con su propia vida. Es importante entender que quienes contemplan el suicidio a menudo experimentan un intenso dolor emocional y creen que la muerte es la única salida a su sufrimiento.
Factores de Riesgo:
Diversos elementos pueden aumentar el riesgo de suicidio. Algunos de los más comunes incluyen:
- Trastornos mentales: Depresión, desorden bipolar, esquizofrenia, también el denominado trastorno de estrés postraumático (TEPT), así como otras alteraciones relacionadas con angustia que se presentan como factores de riesgo significativos.
- Abuso de sustancias: El exagerado consumo de alcohol y drogas puede exacerbar los sentimientos de desesperanza y aumentar la impulsividad.
- Historia familiar de suicidio: Tener un familiar cercano que se haya quitado la vida incrementa el riesgo, no tanto por factores de herencia biológica sino en especial por aspectos psicológicos e inconscientes que se hayan transmitido de generación en generación por medio del lenguaje, ciertas vivencias y la cultura.
- Eventos estresantes: Por ejemplo pérdidas significativas (muerte de un ser querido, divorcio, pérdida de empleo), problemas financieros, abuso físico o sexual, y otros traumas que efectivamente pueden desencadenar pensamientos suicidas.
- Aislamiento social: La falta de apoyo social y la soledad pueden contribuir a exacerbar sentimientos de desesperanza y aislamiento.
- Acceso a medios letales: La disponibilidad fácil de armas de fuego, medicamentos u otro tipo de sustancias y productos letales aumenta el riesgo de suicidio consumado.
Prevención del Suicidio:
La prevención del suicidio requiere un enfoque que incluya diferentes puntos de vista y que implique:
- Fomentar la conversación abierta: Crear un ambiente seguro donde las personas puedan hablar abiertamente sobre sus sentimientos sin temor a ser juzgadas.
- Escucha activa y empática: Oír atentamente a la persona, mostrando comprensión y validando sus emociones, realizando intervenciones que permitan al sujeto darse cuenta sobre aspectos que en soledad no pueda ser consciente. Al mismo tiempo es importante evitar minimizar o juzgar sus sentimientos, de tal forma que la escucha sea libre y abierta.
- Buscar ayuda profesional: Si alguien expresa pensamientos suicidas, es crucial buscar ayuda profesional de inmediato. Esto puede incluir que la familia o el sujeto en cuestión contacte a un psicoanalista, psicólogo, psiquiatra, línea de ayuda telefónica o servicio de emergencia. Encontrar una mano, un apoyo permite parar o aclarar sensaciones de soledad y abandono u otras emociones, pensamientos e ideas relacionadas con el tema de hacerse daño.
- Construir una red de apoyo: Fomentar relaciones fuertes y significativas con familiares, amigos y comunidad.
- Restringir el acceso a medios letales: Si se sospecha que alguien tiene riesgo de suicidio, es importante asegurar que no tenga fácil acceso a armas de fuego, medicamentos u otros medios letales.
- Identificar señales de advertencia: Estar atento a cambios en el comportamiento, como aislamiento social, cambios en el estado de ánimo, abandono de actividades que antes disfrutaba, expresiones de desesperanza o falta de propósito, hablar de muerte o suicidio, silencios inesperados y extensos u otras alteraciones y particularidades que puedan advertir acerca de pensamientos suicidas.
Actuando después de un Suicidio:
La pérdida de un ser querido por suicidio es una experiencia devastadoramente dolorosa. Es importante buscar apoyo y permitirse el tiempo necesario para el duelo. Algunas recomendaciones incluyen:
- Buscar ayuda profesional: Un terapeuta o grupo de apoyo puede brindar herramientas para procesar el dolor y la culpa.
- Compartir sentimientos con otros: Hablar con familiares, amigos o un profesional de confianza puede ayudar a procesar las emociones, entendiendo razones, despejando intenciones, valorando la oportunidad de la vida, comprendiendo que la muerte viene en el momento menos esperado para todos y que no ha vale la pena hacerse daño sabiendo que la vida es muy corta.
- Cuidar de sí mismo: Priorizar el descanso apropiado para usted de acuerdo a edad y estado de salud, mantener una alimentación saludable y que sea de su agrado cuidando sus particularidades con respecto a condiciones de salud y presupuesto (entre otros) y la actividad física.
- Evitar el reprocharse a usted mismo: El suicidio es un acto complejo con múltiples factores que contribuyen a causar que se cometa. Si usted se culpa por no haber sabido prevenirlo en el momento adecuado (para usted o algún ser querido), sepa que es inútil y no haría sino cargarlo con un fardo que le impide asumir responsabilidades (si las tiene) en la situación.
- Recordar que el suicidio no es una solución: Aunque la pérdida es inmensa, es importante recordar que el suicidio no es una respuesta a los problemas. Tomar a cargo situaciones complejas y conflictivas de la vida que pueden estarle quitando la alegría de vivir lo hará sentir que se encarga de forma adecuada de saber resolver antes de anudarse más de lo que debería.
Para terminar tenga en cuenta que si usted o alguien que conoce está contemplando el suicidio, encuentre ayuda. Existen profesionales como Zeroes3, líneas telefónicas de apoyo y recursos online disponibles en su ciudad.
Con nosotros podrá renovar la esperanza y encontrará una mano que le colaborará; está disponible 24/7 para usted y sus seres queridos.
Tenga en cuenta que este texto proporciona información general y no sustituye el consejo de un profesional de la salud mental. Si tiene preocupaciones sobre la conducta suicida, encuentre ayuda profesional de inmediato.
Para terminar, tenga en cuenta que ir en contra de emociones que lo desaniman y entristecen constantemente, lo desgastan y absorben el deseo vital y la energía. Por ello lo mejor es discernir las causas conscientes e inconscientes de estos sentimientos, ideas y pensamientos que lo impulsan a descuidar su salud mental y espiritual. Para eso estamos. Programe su cita con Zeroes3 y aproveche las sesiones en psicoanálisis y psicología que le ofrecemos de tal manera que tenga el acompañamiento adecuado en su proceso de fortalecimiento y conocimiento.
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- 7 enero, 2025
- publicado por: Astrid Álvarez de la Roche
- Categoría: Sin categoría