En la primera parte de esta serie, exploramos cuatro prácticas esenciales para construir relaciones más sólidas y auténticas: la confianza, la autenticidad, el respeto y la escucha activa. Estas prácticas son la base para una comunicación efectiva y compasiva, donde se valora la conexión sincera, cordial y franca con los demás.

En esta segunda parte, profundizaremos en cuatro aspectos cruciales para fortalecer la escucha activa y la empatía, elementos fundamentales para construir relaciones más sólidas y significativas:

Hable solo cuando la otra persona haya terminado
A la mayoría de nosotros nos inculcaron desde pequeños escuchar atentamente a los demás y no ser groseros, siendo este un buen consejo, efectivamente. Esto es una forma de demostrar que usted le está dando tiempo suficiente a los demás y les tiene paciencia para que se tomen un espacio, de tal manera que logren explicar el funcionamiento interno de su mente.
Evite esperar demostrando y sintiendo ansiedad para decir lo que quiere decir con la “emoción urgente” de estar dando respuesta, ¡potencialmente malinterpretando todo lo que están diciendo!
En cambio, entrénese para no pronunciar una palabra hasta que la otra persona haya dicho todo lo que necesita decir, exponiéndose de la manera que crea conveniente.
Así, podrá responder completamente a lo que han dicho y se habrá entrenado en el arte de la paciencia, mientras recopila información invaluable de los demás para no ponerse de mal genio sino saber responder.

Ponga el centro de atención en las buenas cualidades de los demás
Cuando hable, acostúmbrese no solo a aprenderse los nombres de las personas, sino a centrar la atención de la conversación en ellas. Intente siempre encontrar buenas cualidades en sus semejantes, expresándolas de forma clara como atributo o rasgo peculiar, que puede funcionar a modo de etiqueta:
“Parece que usted es un joven bastante caritativo”
“Siento que eres una mujer muy cariñosa y sensible con los niños.”
Para ubicar con más habilidad y sencillez este atributo, pregunte abiertamente a los demás, dando campo para que los otros hablen sobre ellos mismos.

Sostenga una postura adecuada cuando escuche
Es importante no solo oír con atención sino también hacerlo con la actitud adecuada, sin ser absolutamente intelectual. Manténgase atento y diligente, mostrando que está escuchando atentamente.
Para esto es importante ubicarse frente a los demás manteniendo el contacto visual en la mayoría del tiempo, dedicándose a escuchar.
Evite sostener su teléfono, no mire a su alrededor, no suspire, ni exhale accidentalmente en voz alta señalando su desinterés (que básicamente es suspirar) y evite cruzar los brazos, porque a la menor pista es posible que no esté escuchando, la gente se cerrará inmediatamente ante usted.

Nombre el dolor propio
Evite padecer y sentirlo, mejor asígnele un nombre, esto es (en cierto modo) atribuirle una etiqueta, un significante, una palabra.
De esta manera evitará que el sufrimiento que pueda estar experimentando se enquiste y forme un eventual síntoma grave acompañado de fuerte angustia.
Si el silencio es el mejor aliado de la pulsión de muerte, lo peor es mantenerse como mudo porque mayor padecimiento sentirá.
Darle nombre a su dolor sin estarlo publicando en redes sociales, podrá (es lo más seguro), expulsar “demonios”, cortar cadenas de herencias malas y procurarse mayor alegría de vivir con calidad de vida día a día.
De la misma forma y simultáneamente, podrá acotar (delimitar/cercar) eso que desde el inconsciente lo perturba y hace sufrir, teniendo mayor control sobre su síntoma. Lo anterior será posible en especial luego de un proceso de sesiones analíticas, cuando se logra portar ese síntoma en su menor expresión, convirtiéndose en aquel “talismán” que en el bolsillo se lleva y que sirve como aquel objeto precioso que permite protegerse contra enemigos de la realidad psíquica y realidad externa.
Ahora bien, si en alguna conversación se encuentra usted con alguien que parece visiblemente molesto con aquello de lo que está hablando, diga: «parece que este es un tema difícil para usted».
Asegúrese de que los demás sientan que entiende lo que sienten y de que sabe que tienen derecho a sentir lo que perciben, por muy irracionales que sean estos sentimientos.

En la tercera y última parte de esta serie, exploraremos otras prácticas esenciales para construir relaciones más sólidas y significativas.

¡No se pierda la tercera parte de este viaje hacia una comunicación más legítimas y empática! Manténgase abierto a aprender y crecer en sus habilidades comunicativas para construir relaciones más sólidas y significativas.

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